No pude negar tú propuesta cuando con inquietud la otra noche con tu grata compañía cenando junto al río escuchando tus palabras y mirando tu cuerpo, tus cabellos recogidos por el calor de la noche, tus grandes ojos con un toque azulado que los hacían más bellos.
Tus labios con ese tono búrdeo que te suele poner cada vez que salimos, tu camisa turquesa hacia más esbelto el busto de tu cintura y tus senos, tu pantalón azul vaquero con ancho cinturón, moviéndose todo tu cuerpo cada vez que me hablaba.
¿Quién puede negar tal petición, yo la estaba deseando?
Nuestro paseo nocturno en aquel barco por el Guadalquivir, nos fuimos poco a poco cerrándonos en nuestro amor, cuando me despedí de ti al cruzar el puente hasta llegar a mi destino, la brisa de la ciudad con sus olores a azahares, me acompañaba por el camino sintiendo tu perfume tras de mí, fue una noche maravillosa que prometimos repetirla más veces.
© José Cascales Muñoz
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13 de Agosto 2017
- Autor: José Cascales Muñoz ( Offline)
- Publicado: 13 de agosto de 2017 a las 09:24
- Comentario del autor sobre el poema: Siempre es conocido que el amor o cariño entre una pareja, se hace más romántico cenando en un barco mientras se pasea bajo la luna por el río Guadalquivir de Sevilla, pero mejor es cuando uno de los dos proponga una unión para vivir toda la vida, es lo más maravilloso que nos puede pasar y es que quien se negaría cuando existe mucho amor.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 91
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