La noche estaba dormida
el cielo estaba sereno,
los ojos de las estrellas
guiñaban a los luceros
¡Cuanto te quiero mi niña!
¡Mi niña, cuanto te quiero!
Los grillos piropeaban
la luna, que allá a lo lejos
nacía como una Venus
de un lecho de mar y fuego
¡Cuanto te quiero chiquilla!
¡chiquilla, cuanto te quiero!
Por un momento en la noche
los grillos enmudecieron
borráronse las estrellas
y entre los dos, nació un beso
¡Cuanto te quise pequeña,
y tan poquito te quiero
que sueño con despertarme
enroscadito en tu cuerpo!
- Autor: Jose Luis Posa Lozano ( Offline)
- Publicado: 13 de agosto de 2017 a las 23:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 99
- Usuarios favoritos de este poema: Lore Cruz
Comentarios1
Muy romántico. Me gustó la rima y el tema es hermoso.
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