Mis hijos..

Son la continuación de mi vida,

 

no son míos, pero vienen de mí,

 

obra divina en la tierra,

 

quiero darles el tiempo que tengo,

 

quiero abrazarlos eternamente...

 

Son mi aliento, mi fuego,

 

quiero caminar caminos eternos

 

y hacerlos nuestros,

 

quiero reír y verlos reír,

 

sueño con su felicidad,

 

quiero ver sus ojos de niño inocente abriendo camino...

 

Mi vida y sus vidas están lazadas,

 

ni la noche más fría,

 

ni la oscuridad más densa,

 

nada es capaz de romper el lazo del amor incondicional,

 

ni el tiempo sera capaz,

 

seremos como la tierra fértil y el sol fecundo,

 

no importara el tiempo,

 

nos volveremos a ver,

 

hoy, mañana o dentro de mil años,

 

y alli, nos haremos uno...