Bajo las uvas
bañadas de la Luna
el deseo de una dama
detuvo mi andar
por el sendero del parral.
Sus ondas encendidas
fueron vocación
canción de la noche
y horas encantadas.
Los labios y la lengua
inflamaron fuegos celestiales
en el ojo y en la carne
en la uva y en el brote.
No había poetas
ni metáforas, ni rimas
no había poesía
era lo sensual lo que valía.
Nos ofrendamos soberbio
nuestro deseo exuberante
en esa fiesta redonda
de la libido, del hollejo
y del lucero
bajo la parra encantada.
No olvidaré las uvas
del verano
ni a la bella señora
de los amorers sin amor
ni a su erótica devoción
con luciérnagas y ranas
por el sendero del parral.
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- Autor: mariano7777 ( Offline)
- Publicado: 16 de agosto de 2017 a las 14:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., aurivetta, ALMAR
Comentarios2
No había poetas
ni metáforas, ni rimas
no había poesía
era lo sensual lo que valía.
me gusto, bellos versos...
Que bueno Mariano.
El sendero del parral fue testigo de un amor...sin amor.
Definitivamente muy hermoso, diferente, un poema exclusivamente de tu estilo.
Es lindo volver a leerte.
Abrazos compatriotas.!!!!
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