Le hablo al dorso de tu oreja
sobre un ósculo encerrado
que hacia tu mano se acerca
en mis labios transportado
y cuando el nervio osculado
deliberó en tu razón,
con tus labios perdonados
me has susurrado el error
del destino equivocado.
Mujer:
Aún si tu mano es roca,
el paso de ir por tu piel
enciende más el placer
del beso que va a tu boca.
- Autor: Raudel Ravelo ( Offline)
- Publicado: 18 de agosto de 2017 a las 20:37
- Categoría: Amor
- Lecturas: 115
- Usuarios favoritos de este poema: INÉS DE CERVANTES, Bambú
Comentarios2
Excelente! Letras que llegan a los huesos.
Abrazos
Marilyn
Muchas gracias! Siempre es una satisfacción saber que llegan a alguien más que a uno mismo. Saludos, Raudel
Sensual y dulce a la vez. Me gustó mucho. Saludos!
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