Si algún día, cuando de un momento a otro sin quererlo
tu mente te lleve por lugares donde creiste muertos,
no te asustes, no te sorprendas ni mucho menos no te sientas mal.
Tampoco te alteres si en ellos me encuentras, te encuentras.
Si por si acaso se reflejan esas interminables horas de charla,
esos "tu puedes", "siempre contaras conmigo", "Nunca te dejare caer"
no te preocupes que puede que más de una vez suseda que por mala jugada tu mente te lleve al pasado.
A ese pasado en donde no encontrabas más palabras que las que salían de mis labios,
aquellas noches interminables en donde para nosotros hacer el amor era más que fundir nuestros cuerpos,
en donde hacíamos el amor sin siquiera tocarnos, no te asustes.
Tampoco te incomodes si en alguno de esos recuerdos me ves llegar entre la multitud de aquella terminal
y sin que te des cuenta tu piel recuerde y comiences a sentir el calor de mis brazos de aquella mañana.
que al tragar saliba recuerdes como nuestras lenguas danzaban al compas del latido de nuestros corazones
por favor, no te sorprendas.
Tampoco quiero que tu piel se erice al cerrar los ojos y que en tu mente se materialice mi imagen
mis gritos, mis manos apretando tu cuerpo en cada embestida
y la manera en la que todo mi interior se contrajo al terminar mezclandonos.
No quiero que la nostalgia te abrace cuando mires como esos aretes te recuerden aquellos que me obsequiaste
esos mismos que cuando los pusiste en mis manos un rojo manzana emvolvieron tus mejillas
no, no te preocupes ese sabor ya pasara.
Pero que no te vengan penas por todas esas veces
en las que ansioso esperabas cada fin de semana vernos,
como tus ojos se iluminaban con solo verme.
Que la culpa no te abrace cuando comiences a ver lo mal que has actuado,
cuando el tu mente se haga eco todas y cada una de esas palabras que
a gritos y en pedazos te he gritado.
No sientas remordimiento por sonreír y continuar como si nunca me hubieras conocido
mientras había alguien a cientos de quilómetros intentando volver a reconstruirse
al mismo tiempo en los que te unías a ella noche tras noche mientras yo,
intentaba olvidarte mientras disimulaba no amarte.
Quédate tranquilo si tu mente me trae a tu presente,
comienzas a comprender el porque de cada lágrima
el motivo de mi desquite,
no te sorprendas si tu presente te escupe tus errores y te encuentras solo.
Si en ese momento vuelves a verte solo con tu conciencia y todas tus equivocaciones,
tranquilo que el mal sabor de tu traición pronto te pasará, como todo.
Pero no te preocupes cuando el remordimiento y la culpa se apoderen de tí,
ni se te ocurra sentir pena por mí por que para ese entonces, yo estaré bien.
Más bien, teme por tí por que un corazón como el tuyo es incapaz de querer bien
y eso es algo que muchas lágrimas te costara aprender.
- Autor: Giselle (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de agosto de 2017 a las 22:47
- Comentario del autor sobre el poema: No puedo desearte ni el bien ni el mal porque eso sería darte la importancia que ni te mereces.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Humberto Barba
Comentarios1
Poco a poco vas desahogandote y creo que la Poesia esta cumpliendo en parte con ese propósito.
Adelante mi querida Mayra, el dolor va cediendo y tu vas rehaciendo.
Sacudete y bien que lo estas haciendo.
Besos
Humberto
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