Se que tienes tus temores, también yo los míos. ¿De que
sirven las palabras sinceras si se tiene el alma ciega?.
¿De que sirve esperar una respuesta si no llega?.
Hoy, he decidido escribir estas letras, para entretener
el silencio de la noche, y viajando junto a ellas, alcanzar
el origen de la nada, y ocultarme más tarde tras mi sombra,
escuchando el latido de mi corazón, convertido en mensajero
de sueños algunos incumplidos.
¡Gracias por tu presencia y ayudarme a encontrar el camino
que abra la puerta de la dicha!!.
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