Animoso ruidos, de valientes,
voces ovinas, bailando.
En un estruendo estupor,
para el pastor, que prácticamente,
mudo quedó.
Al escuchar como sus ovejas,
de pánico gritaron, asustadas,
despavoridas entre el corral.
Durante el ocaso, el lobo aullando,
atacó su presa, agarrando y desgarrado,
del mismo golpe de mordisco,
carne trozo a trozo,
así como a corderos
y hembras preñadas.
Y en una gruesa manta
de lana y sangre,
la destrucción fue tal,
que fue letal.
El pastor impasible,
sin disparar quedó.
El perro pastor mudo y sólitario ya,
otro rebaño lo rescató.
- Autor: Yiyou (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de agosto de 2017 a las 15:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 67
- Usuarios favoritos de este poema: Mael Lorens, ADANS BECMAN, MANZANILLA
Comentarios4
Al principio fue el clan y, como esto fue por algo, no ha de estar exento de valía. Ahora, como especie hemos ido evolucionando y tal vez, con ello, teniendo al alcance la capacidad de crear las condiciones que abren para nosotros la senda.
Saludos
Amalia
En el compendio de cada camino, nos encontramos entre nosotros, formando parte todos, una parte del todo. Por ello, cada sendero, es un ser, sin conocerse del todo, uno, a uno mismo.
Un abrazo
Adelante amigo, Yiyou, esta senda es larga pero ya nos encontrarás por el camino, si quieres nos buscas, aquí estamos, esta es tu casa las puertas están abiertas, no tienen llaves...Bonito poema, sigue adelante...Un abrazo..ADANS BECMAN.
Gracias por tus palabras, amigo ADANS BECMAN, me llenan mucho y me empujan,
Un abrazo
Yiyou
Precioso poema, me ha gustado..Un saludo....
Gracias MANZANILLA, me alegro mucho.
Un abrazo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.