Mamá.
Hola mamá, sé que estás trabajando,
Sólo que dentro de mi hay un sentimiento que me anda rondando
Y aunque trato de reprimirlo a mi antojo
Sé hace presente con lágrimas en mis ojos.
Mamá, tú que me ves cada día crecer
Y que sueñas locamente por mi futuro conocer
Un futuro más sólido que el concreto
Esa es tu meta, ese es tu fundamento.
Tú que cada día sales a enfrentarte
A los millones de obstáculos que se te coloquen delante
Con miedo sí, pero sin detenerte
Con tal de que tu semilla florezca libremente
Hoy recorrí las calles más cercanas
¿Sabes? las que cuando pequeño tomado de la mano me enseñabas
Y de manera fortuita y sin pensarlo dos veces
Me detenías en la esquina a esperar que el semáforo indicase que podría pasar la gente.
En mi recorrido me topé con varias anécdotas
Un oficial armado, con su chapa colgando y sus botas puestas
Lo vi recibir un billete como oferta
Por perdonar aquel infractor que las leyes violentas.
Al voltear la mirada unos 45 grados
Me di cuenta que había un grupo hacia ese lado.
Reclamando la paz, esa que en tus ojos es el único lugar que la he encontrado.
Poco después tuve que entrecerrar mis ojos por un humo que desprendía una especie de lata que habían lanzado.
Al volver en mí, ya había recorrido unas cuantas cuadras más
Me detuve a beber un poco de agua, como en la llave de atrás.
Un señor le decía a otro, "no lo puedo creer, tanto dinero por ese arroz, voy a enloquecer"
Al instante que este respondía, "si no lo quiere pagar a ese precio siga por su vía".
No entendí muy bien aquella conversación
Total, el precio no dependía de aquel señor,
¿O sí?
Mamá sácame de esta confusión.
Seguí mi rumbo con destino al mercado
Donde me comprabas dulces acaramelados.
Una larga fila llamo mi atención
¿Estarán regalando algo? ¿Será tiempo de elección?
Pues no era así, era para comprar pan.
La oferta debe estar muy buena era mi pensar.
De repente sentí un fuerte golpe en el pecho que detuvo mi caminar
"vete a la fila menor, no estabas en este lugar"
No entendí muy bien a que se refería aquel señor
Yo solo estaba caminando por allí sin ánimos de discusión.
El dolor fue un poco más fuerte de lo que pensé
Así que mientras me apretaba fuerte y sobaba aquel dolor
Corrí al lugar frente a la plaza, donde esta aquel titulado doctor.
Sin embargo, al tratar de cruzar, con el semáforo en el color correcto, como me lo enseñaste mamá
Un golpe aún más fuerte de un costado me sorprendió
Aquel señor con teléfono en mano, solo aceleró.
Mi corazón se sintió como un rayo partiéndome en dos.
Caí tendido en el pavimento, estaba caliente pues era de día, el sol estaba ardiendo.
Varias personas me miraban mientras susurraban "pobre niño, donde estará su mamá"
Pero nadie me ayudaba.
Un joven me tomo en brazos y al lugar de aquel doctor me llevo.
Pero sorprendidos quedaron todos cuando la enfermera que nos atendió
Trató de la mejor manera de explicarnos que no había con que aliviar mi dolor
Que medicamentos escasos y ausencia de presupuesto
Habían dejado en banca rota aquel lugar de salvamiento.
El doctor enrojecido, ¡ah mamá su nombre es Ricardo!.
Me dijo: hijo, no te queda mucho, tu corazón, no puedo repararlo.
Me entrego una hoja de papel y un lápiz a medio usarlo.
Escribe a tu mamá un saludo en ese recuadro.
Opté por escribirte mi fantástico día.
Y aunque me costó un poco, pues mi mano izquierda la tenía un tanto adormecida
La enfermera me ayudo sosteniendo el papel
Ella mamá, se llama Sophia.
Gracias madre por todas tus enseñanzas,
Nos vemos en lo que llegues del trabajo, no sé por qué pero el sueño me alcanza.
Se me cierran los ojos, creo que voy a dormir.
Mamá agradécele al doctor por el papel y el lápiz por mí.
Te quiero mamá.
- Autor: ErnestoGS (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de agosto de 2017 a las 21:57
- Categoría: Carta
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: LisNazareth
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.