La chica de la flor,
vivía pendiente de su jardín,
las plantas eran sus amigas,
y los humanos sus enemigas.
En ellas veía lo mejor de todos,
el reflejo de su esperanza,
la alegría en esta vida,
las sonrisas compartidas.
Para ella las flores eran su todo,
aunque para otros no fueran nada.
Éstas la ayudaban a olvidar,
y más que nada a sobrellevar.
Sonrisas fingidas eran su desayuno,
Flores de esperanza eran su suspiro,
Trágica y triste en los días,
y las horas solamente corrían.
Su cabeza pedía un suspiro,
y su corazón un descanso,
Pero sus flores las necesitaban,
y no podía abandonarlas.
Podía quejarse de
de las espinas en la rosa,
o alegrarse de que las espinas
vayan acompañadas de rosas.
Ella solo quería,
dar sus flores con sonrisas,
para alegrar todos los días,
a cada personita.
ELENA HAKKINEN
- Autor: Elena Nikkinen ( Offline)
- Publicado: 14 de noviembre de 2017 a las 21:02
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: Verso&prosa, Silvestr
Comentarios2
Muy bonita y solitaria personaje has creado.Y si a veces hay que refugiarse en la naturaleza .O escaparse un poco de la realidad cruda.Saludos
Y si, no queda de otra que encontrar consuelo de la realidad. Saludos.
y los humanos sus enemigas.
También quizás a veces uno mismo consigo mismo
Saludos
La pelea interna, la pelea entre uno mismo, la batalla más difícil de todas, realmente tienes razón. Saludos!
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