Cuida tu espalda, que las sombras asechan;
Esperan tu tristeza y allí aparecen.
Grandes batallas aún te torturaran;
pero no decaigas antes de empezar.
Lucha contra tus demonios,
que el amor será tu sustento;
no te ciegues por el poder,
que hay cosas más importantes.
Si nadie te ama en este momento,
permíteme ser esa afortunada,
mi amor podría ahogar tus penas,
tanto como empeorarlas.
Si no lo quieres tíralo todo a la borda,
que tu barco en esta vida no se hunda,
por el peso de mi amor en tu penumbra,
fuerza, aún te salvas, no desistas.
No te necesito a mi lado,
tu me das crueles batallas
peleando cara a cara, dándolo todo;
derrotando al enemigo sin dudar.
¿Pero como ganas una batalla contigo mismo?
Querido, ahí no puedo salvarme,
debe haber algo en el bosque,
para que no pierda la esperanza,
no me dejes que te necesito.
Mi oscuridad me consume,
y no puedo evitarlo, pero tú,
¿Que pasó de las promesas de lealtad?
¿El viento simplemente se las llevará?
Si el viento logra llevarlas,
que lleve contigo y tus promesas
esta maldad en mí que atrofia mi alma.
Pero no olvides nunca lo que te enseñaré
siempre has de dar pelea en las batallas,
no te rindas ante lo malo,
aunque requiera de un último sacrificio....
ELENA HAKKINEN
- Autor: Elena Nikkinen ( Offline)
- Publicado: 12 de septiembre de 2017 a las 19:55
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: Edmundo Rodriguez, Sin métrica
Comentarios2
Es difícil pelear en la obscuridad, cuando acechan las monotonías
y no tienes el tiempo de procesar, es mejor solo luchar.
Un abrazo cordial.
Buen mensaje en su poema. Siga haciendo poesía.
Saludos cordiales
Gracias.
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