Posibilidad

Entonces sujeta las manos de su amada...

Imagina que aún ella está junto a él., que corre por el jardín de su mano. Piensa que aún ella teje ilusiones con hilos de tiempo y bordados de esperanzas.

La imagina pintando en acuarelas la historia de sus vidas. Los colores son fuertes, cálidos y penetrantes, al igual que los del Arco Iris en una mañana en que la lluvia tormentosa ha cesado.

Tiene miedo de perderla y alejarse de su vida. Tiene miedo de creer que ella ya nunca más la esperará en el banquito aquel de la plazoleta -ahora marchita- del vecindario.

Tiene miedo de perderse en el pasado y quedar atascado como pez en anzuelo en las manos de una ilusión hecha a imagen y semejanza del recuerdo.

Tiene miedo de olvidar que ella es una ilusión infundida en un atardecer de OCTUBRE a la vera de una avenida que da con un parque.

Tiene miedo de volver a su realidad y de aceptar que ella “existe” pero que para el no puede ser posible.