He crecido con pinceles entre los dedos,
cámaras analógicas y máquinas de escribir.
He crecido con cuadernos hechos de esparadrapo,
con ramos de flores hechos de margaritas.
He crecido con pocos muñecas y muchos libros.
Hace diez años aprendí a desgarrarme el alma
sin pestañear y empecé a escribir.
Soy el libro más real que jamás pude leer.
El más complejo,
el más intenso,
el más sensible,
el más inestable.
Aprendí a encontrarme en mis propias manos
y descubrí que la poesía tenía respuestas
para cada emoción que me inquietaba.
He crecido sin celular,
sin ordenador,
sin el plagio tras la oreja
y con el corazón entre las manos
cada vez que abría un cuaderno.
He crecido sin tener constancia del patriarcado
que hoy me asfixia
y desconociendo el feminismo
que me ha salvado la vida.
He crecido entre algodones de versos y arte.
Mi realidad siempre ha sido la rara,
hasta que se ha convertido en tendencia
y eso me alegra tanto como me asusta.
Me asusta que nos olvidemos de nosotros mismos
tratando de ser otra persona.
Me asustan las modas,
y no hablo de ropa,
las tradiciones,
lo normal,
las excusas,
los miedos
y las jaulas.
Me asustan los juicios de valor,
las copias,
la envidia,
la hipocresía
y el silencio.
Me asustan las mentes llenas de paja,
los plagios de personalidad,
las mentiras
el daño que somos capaces de hacer
y los secretos.
De Bukowski aprendí a ahogarme
sin querer aprender a nadar.
Porque luego con Pizarnik aprendí a volar.
Aprendí que el mayor logro en la vida
es ser y estar en equilibrio
y armonía aquí y ahora,
y sobre todo conseguirlo tras el intento.
Aprendí a ser mi propia maestra,
mi propia meta,
mi propio reto,
mi libro de par en par.
Porque madurar es abrazar a la satisfacción
de amar y aceptar quién eres
y nunca perderse en el intento
de querer o aparentar ser otra.
- Autor: Mía Antonella de Isadora Anaïs ( Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2017 a las 11:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: Texi
Comentarios1
Pensaba que estaba solo. Creo que ya no lo estoy. Caminando entre la multitud que desea poner antenas y ondas en mis oídos. Qué bueno pasar por tus letras. Un abrazote para ti mi bella Antonella.
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