Nunca olvidaré la respiración que salía de nuestras bocas cuando nos separábamos de nuestros besos, ni las caricias de tus manos en mi cuerpo o las mías en tu desnuda y suave espalda.
El calor que daban nuestros cuerpos al fundirse con tanto desenfrenado amor, el lecho se nos hacía tan pequeño que flotábamos en el aire mientras nuestros corazones latían sin cesar como una locomotora en la llanura.
Fueron unos días muy apasionados de un caluroso verano, cuando nos despedimos con un fuerte y agradable beso, los dos nos quedamos con un gran vacío en nuestros corazones, al mirar hacia atrás pude comprobar como la arboleda iba cambiando de color en un tono violetas, las mismas flores que te regale cuando te conocí.
© José Cascales Muñoz
Reservado todos los derechos.
26 de Agosto 2017
- Autor: José Cascales Muñoz ( Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2017 a las 18:25
- Comentario del autor sobre el poema: No importan los días de frío, lluvia, vientos o nieves, siempre que los dos estemos unidos en aquel paraíso encantado donde intercambiamos muchas cosas, pero lo más importante fue nuestro amor.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 128
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.