la ventana abierta, los aromas del monte en cada respiracion , paisajes que veloces pasan mientras devoro lineas blancas , subo el volumen de mi radio para escuchar una cancion ,tomo un sorbo de cafe y enciendo un cigarillo... la vida es buena todo en perfecta armonia , hasta mis pensamientos comienzan a acomodarse y a entenderse se respetan unos a otros y me dan chance a digerirlos . reposo mi cabeza en el respaldo de mi asiento y una sonrisa aparece , me encanta la carretera , como la disfruto. es el sentimiento de libertad . una mariposa amarilla choca contra el cristal de mi camioneta y como un recuerdo de mi viaje queda ahi quieta y en paz . vienes a mi memoria y empiezo a sentir mi palpitar de pronto empiezo a extrañarte demasiado , mi patasalada , mi gorda.
me bajo del asfalto y abro mi puerta , me cubro de los viajeros con mi camioneta y exhalo de placer al tiempo que el sonido del agua choca la arena y salpica mis botas . diez segundos de contemplacion y sigo mi viaje
la noche empieza a caer y la hora cero aparece , todo se torna ocres y naranjas y las luces se encienden
enciendo otro cigarrillo y de nuevo tu , habitante eterna de mi pensar , llegan tus besos , tus caderas y tu voz , llegua tu partida y mi tristeza , el humo blanquiazul y el perfume del cafe comienzan a calmar mi alma y dejo de sufrir tu ausencia para sentirte cerca muy cerca , te veo como esa mariposa reflejada en el cristal , sonriente y bella como siempre , checo mi relog y me doy cuenta que aun no llego a mi destino
de pronto a mi izquierda un fatal accidente . los autos esperan a que la via sea despejada y empiezan a bajar para morbosamente apreciar en su totalidad aquel fatidico cuadro de muerte
una camion volteado a mitad del camino y un pobre hombre a orilla de carretera tendido sobre una alfombra de sangre , un charco rojo carmesi , un calzado buscando a su dueño y unos pies dezcalzos
inmediatamente entre la gente te reconozco , ahi estabas tu llorando a aquel hombre de rodillas sobre su pecho
diciendo palabras a su oido que no logro escuchar , me dio panico mirar y como piedra me quedo observandolo todo , como testigo de tu dolor , de tus manos cae una gota de sangre al suelo , asi tus lagrimas tambien , la ambulancia llega y oh sorpresa mas escalofriante soy yo al que suben a la camilla soy yo el que ha muerto , mientras colocan una sabana blanca sobre mi sostro , tu gritas tan fuerte ....
que ha pasado , no entiendo nada ...
de pronto los autos comienzan a avanzar todos retoman el camino ,hasta tu mi gorda
y yo me quedo en ese lugar solo y confundido
prendo el tercer cigarillo ... y enciendo la marcha .
Comentarios1
Pero Enrique, como le has sacado partido al tema del fumeteo en este cuento!!!. Se nota que te lo has currado porque está genial.
Felicidades y un abrazo
Jejejej gracias amiga por tu comentario , que bueno que te ha gustado mi cuentito. Saludos y un abrazote gracias de nuevo por leerme
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