Héroes del tiempo

27 de agosto Vall d´Uixó. amanece abrazado a una carretilla un agricultor ecológico como un naufrago malherido  en un hundimiento de tierra.Tras los cristales de la ventana de su cuarto, ya cantan alertando las chicharras . Un viento seco abrasa la retama que crece seca entre las avenas silvestres. Le queman los ojos al acercase al exterior y  mirar a un horizonte casi invisible por la potencia del sol. se adivina a lo lejos un mar cubierto de una capa de brumas. Termina de cargar garrafas, regaderas, sintiendo de la caminata de ayer los tendones nervados como flechas doloridas que se tensan sobre un haz de músculos que los rodean a los primeros movimientos de la carrerilla que levanta hacia el huerto.
Las veletas de la iglesias apuntan al infierno, campos y campos abandonados en un paisaje post  apocalíptico.
El sol se posa como un gallo sobre la torre de vall d´uixó, símbolo del municipio.
El mismo sol de siempre.
Pero el agricultor detenido bajo la torre, siente que no es el mismo sol que ha conocido. Es otro.
Uno que quema la piel de la tierra y que deja con grietas estériles. El trabajo de este agricultor es trabajo de cementerio. Sobre un cadáver gravemente planea como un buitre en extinción. Esta es la tierra de estos campos por donde pasa la guadaña de la sequía. Los veranos son interminables, las nubes pasan de largo sin dejar agua.
Y estas tierra de agrofobia, de gentes ahogadas en turistas y en bares, se asombran en la intimidad de comer todos los días y no se preguntan por tan a gusto que están ¿ quién les va a salvar de la extinción?
I. Héroes del tiempo.
Hemos perdido la Fe,
 en la victoria y la ilusión.
Las cebollas son luna,
sobre tierra yerma.
El agua llega agotada.
Toda una escuadra de tomateras
yacen derrotadas junto la empalizada.
Las judías han sido expulsada de esta tierra.
Las acelgas pasada a cuchillo en la madrugada.
Las lechugas son estropajo
sobre la arena caliente.
Lo guisantes, el cilantro,las espinacas,
están a punto de ser sacrificadas,
como el viejo Laocoonte,
con sus palas erizadas a la entrada
cuando ocupen su posición de tierra del semillero.
La atmósfera roja sobre nuestras cabezas
nos observa los pasos
como mártires del clima,
que han perdido la Fe, la ilusión y el tiempo
en la tierra.
La evolución se mira en el espejo sangrando.

antes de abrir una nueva puerta,
con todas sus criaturas,
que se hayan subido a ella.
Dejando morir a los héroes del tiempo
en su clima, en su hábitat,
en su ecosistema pasajero.

Angelillo de Uixó.