Anduve recorriendo negras calles,
que llevan al futuro clandestino,
del fondo de un amargo y negro vino,
que espera con paciencia hasta que falles.
Anduve navegando en la tristeza,
perdido entre tormentas y temores,
bañándome de llantos y dolores,
lanzándome a un vacío en mi cabeza.
De pronto aquella luz mostró el camino,
un sitio donde anclar y hasta un destino,
y alegre presentí que le andaría.
Los pasos que mal di, amargos licores,
por dicha los cambió, miren señores,
la Madre de mi Dios, Virgen María.
- Autor: Paolo Luna Wilson (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de agosto de 2017 a las 17:35
- Comentario del autor sobre el poema: Porque muchas veces te he olvidado.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: Verso&prosa, Gisela Guillén, Anitaconejita, Evandro Valladares
Comentarios2
Hermoso yo también la he olvidado ..... qué buen poema!!
Gracias mi bella Anita por pasearte por estas letras. Un abrazo.
Soy un fascinado de los sonetos y este tuyo de colección. FELICITACIONES
Mil gracias amigo Evandro. Comparto su gusto por los sonetos. Reciba un caluroso saludo.
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