Madame Mariné
paseaba su pena
esa mañana
a la vera del Sena.
La viudez
no se pegaba
en su realidad
no podía
concebir
la ausencia
de Pierre
tras cuarenta años
su único esposo.
Las nieblas
del avanzado otoño
daban esa irrealidad
que su mente
consumía.
Sobre la baranda
que daba al río
ignorado
un cuervo en su negrura
tal como ella
quieto
sin reflejos
la dejaba pasar
de negro
un sombrero ancho
y ese paso lento.
Vio el cuervo
como se perdía
en la niebla
esa mujer viuda
vestida de negro
como sus propias plumas negras.
La brisa
empuja la niebla
dejando el paseo desierto
iluminado
de sol tibio
mientras el cuervo
mira
por el río
alejarse una mancha negra
agitada por la corriente.
El cuervo
dando graznidos
se aleja en un rápido vuelo
por sobre el río
en la mañana
de ese fin de otoño
de París.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de septiembre de 2017 a las 10:18
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Pasear las penas a la vera de los ríos / sensación infinita de soledad en la oscuridad del plumajes / inolvidable acontecer en el hombre y sus caminos poeta / fino poema
Gracias José Adolfo, el drama lleva imágenes escondidas por la soledad. La dinámica en este caso, es la desesperanza del amor en la viudez reciente.
Un abrazo.
Esteban
Tus geniales versos visten de surrealismo el arte de la poesía estimado poeta y amigo Esteban..
Muy grata su lectura..
Un abrazo de amistad y afecto..
El Hombre de la Rosa
Gracias por la generosidad de tus palabras.
Un abrazo fraterno
Esteban
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.