Llegando hasta mi ventana
me distraías con cuentos,
golondrina en primavera,
buscabas ese resquicio
que te mostrara la entrada
a ese indómito universo
dentro de mi corazón.
Parado frente a mi ventana
un día fueron manzanas,
otro, navíos y mares,
mundos dentro de otro mundo
que creabas para mi,
sortilegio de palabras
enredando mis afectos.
Ya no hay nadie en la ventana
quizás te llevó mi invierno
o me fui, tras el verano,
te arrastrarían mareas
de las que tanto me hablabas;
de vez en cuando te escribo
mensajes que arrojo a tu mar.
- Autor: Idoia (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de septiembre de 2017 a las 12:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: itxaso, Alberto Escobar
Comentarios2
Siempre la mar sera parte y todo de confidencias / naufragio y puerto / secreto marinero del alma rota
Muy acertadas palabras, Jose Adolfo. Un abrazo.
Triste y bonito al tiempo.
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