HOLA AMIG@S, MI CARIÑO Y AMISTAD SINCERA PARA TOD@S, L@S QUIERO MUCHO.
Allá, tan lejos como puedas imaginar, dentro de un mundo visible, existe un lugar casi invisible. Un joven sube a la torre y acciona con fuerza el campanario, llamando a todos a la misa dominical. Entre las calles de tierra algunos aldeanos caminan descalzos con vestiduras gastadas por el tiempo, y otros con la mejor gala guardada para la ocasión. –“¿Escucharon las campanas? –“Si mamá, ve tu adelante en breve les alcanzamos”. –“Hermana a que esperas, ya escuchaste a mamá, ¿Qué haces con esa maleta?. –“Me voy, y no preguntes a donde por que ni yo misma lo se, lo que si se, es que ahora mismo necesito un cambio en mi vida, y aquí es imposible lograrlo, donde quiera que dirijo una mirada, se repite la imagen una y otra vez”. –“Espera abre la maleta, también me voy”. Y aquella mañana muy temprano con un equipaje lleno de sueños, las dos hermanas esperaban en la carretera el único autobús que pasa todos los días a la misma hora, con destino a la estación del tren. Era ya media noche cuando llegaron a la ciudad mas próxima, tras el cansancio de un largo viaje deciden esperar que aclare el día en la terminal. Mientras una familia las extrañaba, cada domingo rezaban para que su Dios les cuidara. –“Lucy ya amaneció, vamos directo a un bar restaurant, allí necesitan empleados y esas somos tu y yo”. –“¿Pero como lo sabes Lalà?, ni siquiera conocemos la ciudad. –“ Con esa actitud no llegaras ni a la esquina, y no te hagas tantas preguntas y confía en que todo ha de salir bien”. –“La verdad Lalà, que siempre fuiste muy osada, y es lo que mas admiro de ti”. –“Ya Lucy que tu también tienes lo tuyo, mas de una vez me has hecho reflexionar sobre mis pasos, recuerdas el chico aquel del pueblo que tanto me gustaba, pues gracias a ti no me entregue a la pasión del momento, pues en ese caso esta aventura no hubiese sido posible, y ya estaría yo igual a mamá, llena de hijos y sin la remota esperanza de conocer el mundo donde vivimos, pero eso si tengo algo que reconocer, a nuestros padres les sobra amor para compartir en familia, y ellos siempre nos dieron lo mejor de si mismos, considerando el mucho o poco conocimiento de la experiencia de vida de cada quien”. Avanzaron entre una gran cantidad de personas que se desplazan a sus labores cotidianas un día lunes por la mañana, se detienen a las puertas de un bar restaurant, y leen un anuncio en la vidriera “solicitamos personal”…
Y la vida continúa…
- Autor: rosamary (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2017 a las 09:40
- Comentario del autor sobre el poema: Hola amig@s, gracias por compartir líneas en el tiempo y la vida continúa... Un fuerte abrazo
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 85
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., Alexandra L, Edmundo Rodriguez, María C., rosi12, Humberto Barba, Douglas Landaeta T.
Comentarios9
Con las maletas llenas de sueños....a buscar una vida propia.
Este capítulo me gustó mucho Rosamary....pinta linda la aventura.
Abrazos amiga del alma.
TQM.
Muy lindo tu poema que me ha encantado leerte. Un abrazo amiga.
Asi, decididas a enfrentar el camino a vencer, placer de lectura, relato que promete ser sumamente interesante.
Un abrazo, feliz noche, Alex.
Querida Rosamary ,
Eres adorable ,
asì tus historias tan llenas de amor .
Mi cariño , y
Mi càlido Abrazo .
Y la vida continúa, con las ilusionadas hermanas que piensan su suerte les acompaña, para poder visualizar de orto modo la vida de sus juveniles años.
Un abrazo esperando esa continuación.
Hay que enfrenatrse a todo, la vida ya sabes como dices CON TINUA
Un abrazo
Hermosos capítulos de interesante lectura, a veces con sus tristezas otras con sus aventuras, con dedicación expresa sobre todo a la cultura.
Abrazos fraternos Rosamary.
Menesteo
La maleta de los sueños
donde duermen las inquietudes,
de quienes desde pequeños
no olvidaron esas virtudes
de las que ellos fueron dueños.
Preciosa y reflexiva tu nueva historia.
Un abrazo desde la Mancha.
joanmoypra
Somos unos viajeros permanentes.
Excelente relato, pasaré a la segunda parte.
Besos
Humberto
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