Ya no tengo tanto castigo,
ni rompo vasos a mi paso.
Ya no me siento testigo
de cuando veo a mi "yo" ahogado.
Y qué voy a sentir cuando veo,
que mis almohadas están empapadas,
que mis noches siguen en-veladas
y que mi mente entra al juego.
Ni siempre es el cuando,
ni el nunca es ahora.
Por eso dejaré hervir la olla,
porque en ella tengo que ir a nado.
Puede me queme allí dentro,
no importa, pues lo necesito;
tanto como una madre a un niño,
tanto como un abrazo a un tullido.
- Autor: HBO ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2017 a las 18:49
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: Oli macnauj
Comentarios1
Hermoso
Amalia
¡Muchas gracias, Amaia!
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