Odiaba los domingos,
Las horas pasaban lentamente, cada minuto era eterno, no había nada interesante por hacer, más que dormir una buena siesta o curarse la resaca del día anterior, ¡Nada más!
Mamá se iba a la casa de mi tía junto a mi hermana, yo me quedaba en casa (no soy mucho de ir a reuniones familiares).
Tampoco soy de mirar tele, pero, ¡mierda!, ni una sola película buena por ver.
Nada más aburrido que un domingo,
No encontraba inspiración, por más que saliera a buscarla, lo único que venían eran recuerdos que ni quería recordar. El viento siempre es traicionero y cuando estas solo entre su brisa te trae algún perfume que te sumerge en la nostalgia.
Que tranquilos son los domingos,
Nadie grita, no hay música fuerte, por lo general todos se van, puedo escribir tranquilo; el único problema es ¡que era domingo!, y como nada pasaba, no tenía nada sobre que escribir.
Cómo odio los domingos.
- Autor: J.Erre (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2017 a las 22:33
- Comentario del autor sobre el poema: QUE RARO QUE ESTO HAYA NACIDO UN DOMINGO... BUENAS NOCHES
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 128
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Parra Barrios, Herida, nadiaestarrona
Comentarios2
Los domingos siempre me hicieron recordar en un sábado que se fue y en un lunes que vendría con su carga de nuevos compromisos laborales. Un domingo es la evidencia de que envejecemos semanalmente.
muy buena respuesta amigo mio un saludo gigante
Tengo un concepto del domingo diferente, pero tan diferente, que me encantó tu poema. Mi reconocimiento!
Me alegra que te gustara, un abrazo gigante.
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