Odio que me beses el cuello
y que tus manos me sujeten
el vientre mientras el resuello
se escapa junto a la sartén
Ya sabes cuánto detesto
que se me quemen las papas
o se me olvide el queso
y el pan molido en dos capas
No soporto el horno frío
y las manos llenas de harina
y la zanahoria llena de hastío
rodando bajo la cocina
Te pedí me llevaras al cine
y por eso odio tanto tu risa
cuando me pides que te cocine...
¡y terminamos pidiendo pizza!...
Eso sí, el postre tuvo su encanto...
Comentarios2
Encantadora, graciosísima y picante escena/sátira hogareña.
ENHORABUENA!
Muchas gracias Campoamor, por tu generoso comentario... si alguna vez encuentro la zanahoria llegaré a creer que no es sólo ficción, ja, ja... mientras, sos un privilegio. Un beso grande!
Me gustò,aparte de la opiniòn de la amiga anterior -Campoamor- es un poema fresco, diferente y cotidiano... Muy bien!
Saluditos,
Ross
Gracias por visitar este muro Ross4... supongo que siendo mujeres, entendemos mejor que la cosa a veces no es tan jocosa, pero igual da para alguna prosa... Un beso grande.
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