Abrazamos el confort y la rutina, compramos la ilusión de seguridad, mamamos desconfianza y la escupimos hacia el mundo, hacia el otro que no es yo.
Nos aferramos a la vida en una constante espera de encontrar, como si a éstas alturas no supiésemos que de la vida no se puede pretender más que incertidumbre. La sociedad tejió finos barrotes a nuestro alrededor enjaulándonos en inseguridades, creando un sistema inestable donde no se nos permite discernir; sometidos a la insustancialidad, acostumbrados a la pasividad. Aún así, renegamos.
Insurrectos, deconstruídos, transformándonos a cada paso, trazamos nuestro camino. No es inherente a nuestra naturaleza quedarnos estancados.
- Autor: Alu Despina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de septiembre de 2017 a las 00:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
Comentarios1
me gusta la energía juvenil del escrito, crudo y serio. saludos!
Gracias! Saludos!
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