Recuerdo Adorada Vecina,
«me dormí con la fragancia de tus plantas
y el perfume de tu cabello»;
me ofreciste café,
cuando me echaron por la ventana;
también recuerdo
el café de tu mirada,
el café con tu mirada;
tu mirada de café, entre sorbos y suspiros;
ahora, encadenado y aplastado,
me estoy desesperando, Adorada Vecina,
por refugiarme,
debajo de tu cama,
tan cerca del Ozama y tan lejos del mundo...
- Autor: Don Gilberto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de septiembre de 2017 a las 15:04
- Comentario del autor sobre el poema: Tantas ocurrencias...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: Steylan Montilla
Comentarios1
¡Oh vecino! Siempre tan atento. Viaja un cálido abrazo hasta esa parte de la isla para ti.
Gracias por ser tan excelente ser humano, de excepcionales sentimientos está hecha tu alma vecino.
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