Son lágrimas de acero las que interrumpen el silencio de mis oidos.
De hierro las venas de mi cuello
De plástico mis dedos, enturmecidos en mis bolsillos.
Es hilo el pelo que cubre mis esqueléticos hombros.
Mi pecho escondido bajo metal de hierro forgado.
Camino con pies de plomo.
Me pesan los alambres retorsidos de mis piernas,que me cortan.
Fina piel de seda que cubre mi raro aspecto.
Ojos de sombra oscura,bajo boca corroida de ácido fundido.
Vivo y muero en cuerpo de acero.
Me hundire bajo las brasas,llamas escondidas en mi cuerpo.
Triste cilensio me desvanece.
Me pierdo.
- Autor: C.M (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de septiembre de 2017 a las 10:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Douglas Landaeta T.
Comentarios1
Me has recordado al mago de Oz, Dorothy Gale y al hombre de ojalata.Espero que tal como sucede en la historia recuperes tu corazon perdido. Suerte
Hola Ronnin..gracias por tu comentario😉
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.