En un cubo imaginario
su triste y elegante figura
lúgubre representación
de la oscuridad,
inmóvil, hipnotiza
las frágiles mentes
de las miserables criaturas
víctimas de sus propios
estereotipos idiotas,
la pasarela del terror
refleja en su brilloso piso
el pudor que las faldas
de látex cubren
a estas ridículas marionetas
que desfilan indiferentes,
su ego es su perdición,
un maniquí de extraña belleza
rompe la fantasía, y,
el cubo imaginario
desaparece, como los sueños,
como las promesas,
…vacía, sin alma esta,
pero tiene vida,
su mirada incita lujuria,
pasión, deseo,
el bufón atraído
por su mágico elixir
se entrega a la desgracia,
que el destino le tiene preparado.
Su vida en sacrificio,
otorgada a su cruel compañera esta,
su alma, en un ridículo pacto
empeñada en el infierno
de una cruel ciudad fue,
todo, por aquello que los mortales
erróneamente llaman amor
y más aún, todo,
solo por una escultura de frío yeso
que ilusamente desea tener entrañas,
carne y piel, que tontamente
busca ser humana.
Esta parodia de la vida,
es una payasada
que, hilarante es por ser estúpida,
en el circo miserable de su existencia,
la experimental transfusión
de sangre y alma inexplicablemente
cobra sentido, forma, el maniquí…
humano se vuelve de a poco,
hasta que… seguro de si se torna,
haciendo lo que le viene en gana,
al final, el arlequín,
se va quedando solo, también
de a poco y va muriendo,
engañado se enreda
de mentiras, de ilusiones,
hasta que llega a su alma
como un disparo en la cabeza
la verdad…;
maldita escultura de yeso
no solo de su sangre te alimentabas,
no solo de su alma sobrevivías…,
ahora, mi tranquilidad
se torna depresiva, intranquila,
logrando que para el arlequín
su cubo ya no sea solo imaginario,
vigilando estoy
su demencia en las afueras
de su prisión carnal y espiritual,
pues el maniquí cruel
destruido por él fue
y, su amante
brutalmente descuartizado,
asesinados fueron los dos…;
maldita escultura de yeso
no solo de su sangre
te alimentabas,
no solo de su alma sobrevivías…,
su vida en sacrificio, otorgada
a su cruel compañera fue,
su alma, en un ridículo pacto
empeñada en el infierno
de una cruel ciudad se quedó,
todo, por aquello que los mortales
erróneamente llaman amor, todo,
solo por una escultura de frío yeso
que ilusamente deseaba
tener entrañas, carne y piel,
que tontamente
buscaba ser humana.
- Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de septiembre de 2017 a las 12:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 107
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