Llego, desde el más allá
como escapando del frío
el recuerdo de un adiós
que nos convirtió en olvido.
En él, regreso tu voz
susurrándole a mi oído
una palabra de amor
un acallado suspiro.
Y volvió a brillar el sol
tanto tiempo oscurecido.
A latirme el corazón,
a olvidarse del vacío.
Negó la estrella su luz
a nuestro sueño de estío.
Por ser un amor prohibido,
lo ahogo en sus aguas el río.
Comentarios2
Muy lindo poema.
gracias
Precioso....Lo prohibido hay verlo de lejito para complicarnos.
Saluditos,
Ross
gracias
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