Yo no puedo explicarme,
la razón de tus pasos.
¿Cuál fue el viento maldito
que a tus lábiles hojas
las transformó en Otoño?
¿En qué recodo del camino
quedaron nuestras vidas?
¿Cuál fue la encrucijada de las desesperanzas?
¿Por qué las cambroneras obstruyeron
la vista del otero?
Yo no puedo explicarme
la razón de esas cosas.
¿Cuánto aún queda
de lo que fue aquel sueño,
diseño de tus sendas?
¿Qué acerba palabra quebrantó tus sonidos
de ruiseñor alegre?
¿Recuerdas cuando te comparábamos
con ruiseñor venusto
de canoros compases?
No podríamos, jamás, encontrar
el juicio de esas cosas.
Mas, el tiempo camina
aunque estemos cansados.
Por eso, sé, sabes, sabe. Sabemos
que otra historia vendrá.
Que volverán a ser venustas tus palabras,
admirados tus actos.
Que tus pasos razones serán umbra de un día
y un “tramonto” rojizo
con sus rasgos ocráceos
se perderá en el mar.
Y una alba nueva,
nueva como tu vida,
renacerá en tu ser.
Roma, Invierno del 2010.
- Autor: Luis Alvarez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de septiembre de 2017 a las 14:26
- Categoría: Amor
- Lecturas: 92
- Usuarios favoritos de este poema: INÉS DE CERVANTES
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.