Siento miedo retorcido,
puro, ardiente y ciego,
por dentro se ahoga
no tengo sosiego.
Mi labios están sellados,
mi cuerpo en prisión,
mi voz apagada
un nudo mi corazón.
Grito en silencio,
me revuelco de dolor,
pues no encuentro el momento,
no encuentro la razón.
Tengo miedo,
de lo que veo más allá,
de conocer el mañana,
saber qué va a pasar.
Carga pesada me toca,
sobre la espalda llevar,
larga condena espera
por mí de caminar.
Pena amarga me oprime,
rasguña sobre y bajo la piel,
mi alma y espíritu yacen
dentro muy dentro de la hiel.
Una moneda al barquero,
para que escuche sin hablar,
por un abrazo sincero,
¡Cuánto habré de pagar!
- Autor: Consuelo Soto ( Offline)
- Publicado: 17 de septiembre de 2017 a las 01:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: EDALTO
Comentarios1
el barquero.... has de pedir abrazo a quién cruza a los mortales al otro lado del río?
Entonces el barquero quedaría en deuda contigo.
Saludos.
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