Todo es igual que ayer, nada ha cambiado
y sin embargo siento
como si a estas alturas de la vida
se me hubieran
encogido las manos y estuviesen
más altas las estrellas
y más cerca el instante de quedarnos
solos ante el umbral.
De nada habrán servido las tricheras abiertas a la luz de una vela,
de nada nuestros vientres estériles,
las leves reverencias,
poque todo es igual,
los ríos buscan una eterna razón para seguir fluyendo,
abro un libro cualquiera y todo son cadáveres y enigmas,
las preguntas de siempre,
las palomas
y el arca de Noé,
por eso me pregunto si esta extraña quietud no será un sueño
y al despertar mañana empiece a ver
el rostro verdadero de las cosas.
Tal vez ni eso siquiera
y me dé cuenta
de que no hay más verdad que la aflicción de un huérfano
ni más eternidad que cada instante.
- Autor: Vicente Martín Martín ( Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2010 a las 03:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 182
- Usuarios favoritos de este poema: Carlos Alcaraz, Melba Reyes A.
Comentarios3
Magnifico, es un placer el haberte...Leído...
Besos!!!
Kalita
Y nada haya pasado...
y 50 años sea lo mismo que un minuto...
y todo empiece de nuevo.
Tu poema me da miedo,
alguna vez me he preguntado algo parecido,
hasta me he creído ya muerta.
No me hagas caso.
Un beso.
Tremendo e inquietante...Hay momentos que la desesperanza nos apresa, todo son incertidumbres y ni siquiera sabemos si algo merecerá la pena. Alejamos las cuestiones, nos conformamos con sobrevivir en la nada, en una espesa niebla...Algo así me dijo tu poema, Vicente.
Un saludo y felicitaciones,
Aries
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