Llegaron a sus manos
las estrellas
desde el celeste firmamento,
el brio del sol que escondiéndose
dio paso a la luna,
una marejada de visiones
desde lo alto...
desde el faro
que ilumina
a la embarcación que se asoma;
embarcación de efímeros lamentos
tras un torrencial aguacero
de respuestas sin contestar:
sin adioses, sin despedidas
sin razones, sin mezquinas...
mezquinas mentiras,
la tierra y el fuego
que quema;
un ventanal distante
un observador que yace...
yace dormido en sueños...
en sueños despiertos,
el verdor de la naturaleza
tan fresco como la caléndula
vestida de rosa;
pistilo de comer esencias
de besos incesantes:
respiro de amor
bandadas de palomas blancas
acompañadas de tu alma
tan pulcra y sin máscaras
un remolino de te amo
en un sostenido re mayor,
música de cuento
y todo, todo, todo
enmudecido de luz...
luz que alumbra y que guía
la dicha.
Eduardo Antonio Taborda
- Autor: Andrés Eduardo de las Heras (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de septiembre de 2017 a las 08:49
- Categoría: Amor
- Lecturas: 68
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