Ni las oropéndolas alcanzaban a ver la luz, las miles, las claras,
las pasiones presas del atardecer, de antemano exprimidas por novicia mañana.
Adormecida tarde, acogedora y del color que alimentaba sus impalpables rumores,
vistió de tembloroso al cielo despertándose en auroras.
Como toda belleza ataría su pulcritud la galerna turbada.
Noche y solo noche despoja ardor de nuevo día;
deseo irrefrenable de amatorio sueño, externo campo de lo indecible…
Suya senda que sola anda por prohibidos caminos, suyo andar de incierto recorrido.
Noche y sólo noche vistió de oscuros ropajes, histeria, el canto endeble de amante,
indecente correteo titubeó al oscilar entre dos mares.
Como toda belleza ataría su pulcritud el suspiro humeante.
- Autor: rosablanca27 ( Offline)
- Publicado: 19 de septiembre de 2017 a las 09:01
- Categoría: Amor
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: Jose Adolfo, Pepe Pnca, Victor Ma. De San Lorenzo, María C., Aurora romantica
Comentarios5
Tus palabras, como un rayo que cruza en mitad de la noche, dejan buena poesía.
Muy lindo.
Saludos
Confesión apasionada del ser al oscilar entre dos mares
Muy bella obra.... Me encantó leerte y te
felícito con un fraternal saludo, como
distinguido laurel a tus bellas letras,
las cuales deleitaron mi alma..
victor ma.
Fuerza que se viste de noche y solo de noche con oscuros ropajes.
Un saludo
Profundas palabras
Un saludo
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