Llenarte de mi

Tu cuerpo y el mío desnudos, junto piel a piel  y ese deseo mutuo, eso es lo único que necesitamos para llegar al éxtasis. Todas las maneras en las que te recuerdo dándome placer, más maneras de las que puedo contar, más caricias de las que puedo recordar.

No son pocas las fantasías que desatas en mi mente cada vez que comenzamos a besarnos, tocarnos desenfrenadamente, porque imagino el paso siguiente, y el siguiente y el que sigue y así hasta hacernos un solo cuerpo y deshacernos en el orgasmo.
Así hasta viajar de ida  y regreso a otras dimensiones en unos cuántos segundos, así hasta no dudar, ni por un instante, que nacimos para este momento, que estamos destinados a amarnos y demostrarlo en el éxtasis de placer.
Basta imaginarte en cada escena de mis sueños húmedos para comenzar a crear las ilusiones más pervertidas, más obscuras, más lascivo.
Quiero sentir cuán capaz soy de excitarte,de provocar la ereccion de tus pezones, la humedad en tu ser y que sepas la intensidad que provocas en mí.

Así mi miembro se convierta en un oráculo que presagia tus movimientos; que sabe los sollozos de pasión que deseo provocarte y que, sin contenerme, haré después de que me incites al placer más intenso.

Te acercas, tus caderas chocan contra mi pubis, y en ese instante cuando lleno tu vacío y te siento humedecer sé que eres mía y que la firmeza de mi virilidad  y la sangre que lo ensancha me hacen tu dueño al menos por esos instantes.

Yo también soy tuyo piel a piel; tus pezones erectos, y tus labios, los dos, se exciten listos para ser besado, tus ojos y oídos al escuchar mis gemidos constatan cuanto soy tuyo a la perfección.
Espero con ansias que recorra tu mano mi entrepierna, que tomes mi glande como solo tu sabes, que dejes clave mis dedos en lo más profundo de ti y con amor roce los recovecos que encuentre hasta descubrir el punto capaz de hacer que estalles.
Deseo besar tus pezones, que mi lengua navegue en tus fluidos, y que logre provocar lo que pocos consiguen, el que sientas éxtasis de pacer, que me desees como yo a ti, que te llene como mereces por ser la dueña de mi cuerpo, dueña de mi alma, de mi mi piel, de mi falo.

Los dos sabemos cómo terminará esto y debemos dejarnos llevar, porque nacimos para esto, el destino nos unió para ser un mismo cuerpo en una misma exhalación de placer.