La lengua me cita, le excita que sea coqueto.
Porque una falta es faltarle el respeto al alfabeto completo.
Siempre sujeto a lo tácito. Me tildo de desconocido. En lo ennegrecido un ladrido se asoma, y como una coma, le ha dado a mi vida otro sentido.
No creo en el rezo, mas sí en la oración y si me confieso es con el renglón en su religión.
Hallo tesoros gracias a una esdrújula, porque lo poético es siempre mi brújula.
Subrayo que no como versos, sólo los vomito. Me explayo con lo que callo y estallo cuando recito.
Exclamé con mi lápiz: "¡Soy el más fuerte!", y rompí la punta. Y no pude cambiar esos signos por los de pregunta.
Soy inseguro, vivo entre comillas. Sin corchetes ni llaves que sirvan de abrazo para mis costillas.
Pidió que le diera un espacio, ofrecí mi sangría. Me rogó que le escriba y sólo impartí una clase de ortografía.
"Tu nombre es del mío el prefijo", me dijo. Y le contesté: "el verbo está mal conjugado, sepa disculparme si la corrijo."
Dejó puntos suspensivos, y los coloqué sobre las íes. Y ahora te obsequio el consejo que de ella recibo: EN NADIE CONFÍES.
- Autor: Franco Castillo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de septiembre de 2017 a las 17:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: yoselynes
Comentarios1
Hola Franco, como disfrute tus letras !!, me has hecho sonreir, muchisimas gracias, cariños para ti.-
Hola Ana María. Muchas gracias por invertir tu tiempo en mis versos y me honra que te movilicen.
Es la primera vez que utilizo el pseudónimo "Franco Castillo" y me resulta extraño que me llamen por ese nombre. El real es Luciano. Abrazo grande.
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