Fuimos dos almas
caminantes sobre un rojo cordel.
Sobre un lado, el amor.
Sobre el otro, la desesperanza.
Y por debajo, un abismo.
~
Quiero que seas tú,
Quiero ser yo.
~
A pesar de que el pecho se nos abra,
a pesar de que todo arredor sea
retazo de lienzo muerto,
óleo demacrado de días
que pasarán, despaciosos y agónicos…
~
Ya no quiero ser un león al acecho.
Quiero ser el niño que sonríe
tras el gran ventanal.
Aunque los crisoles del pasado
se viertan en mis ojos de fuego y sal.
- Autor: Heliconidas ( Offline)
- Publicado: 22 de septiembre de 2017 a las 12:13
- Categoría: Triste
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: Silvestr, Amaneceres Abruptos
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