Danzaré sobre tu vientre,
hasta que raíces se tornen tus muslos,
y, que del gemir tuyo y mío
se creen palabras nuevas;
y mientras, seguiré danzando
cómo un viento de incierto rumbo,
galopando sin razón aparente,
una forma feliz en la oscuridad sonriente.
Entonces, en el umbral del mirar oculto,
en senderos oscuros andaré
guiado por no sé qué embates apasionados
que en sus encuentros continuos,
tu cuerpo y el mío son uno.
¡Si! Danzaré cómo fiero torbellino,
cuando mis manos cual gigantes
se posen en tus montañas redondas,
y del cauce húmedo de metafóricos riachuelos
se hará un mundo de manantial puro.
Y, cómo una estrella olvida el firmamento
impactándose en su profana caída,
desplomaré mi pecho al tuyo;
moriremos en el beso un instante,y
renaceremos al decir por un momento,
adiós a las bocas.
- Autor: Jesús Anibal (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de septiembre de 2017 a las 23:00
- Comentario del autor sobre el poema: No es erotismo, ni pasión; sino aquello que el amor nos dice en el don de su locura.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 75
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