La misma señora,
su escoba,
el rostro cansado,
las hojas
del árbol viejo,
la calle en silencio.
Ella sabe
que caerán más hojas,
el hijo llegó tarde,
¡Ah, si Juan...,
no hubiese mu e r t..".
Ella cuela el café,
el hijo se viste.
¡Ese uniforme, Dios!
El hijo se va,
Ella mira
por la ventana,
la patrulla se aleja,
será eterna la noche.
- Autor: Gerardo Barbera (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2017 a las 10:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 103
- Usuarios favoritos de este poema: Ross4
Comentarios4
La realidad desplaza cualquier fantasmagoría: el dolor de la madre ante el vacío que deja la muerte de un hijo!
Gracias
A diario, las mismas angustias de la madre, el hijo decidio ser policia, como el padre, quien desafortunadamente ya no está...
La libertad de la poesia para interpretar según la visión de cada quien.
Excelente relato!
Saluditos,
Ross
Gracias
Me sumerjiste, en una era cotidiana de desazon , la misma rutina, ineludible despues de una perdida, muy muy bello tu cuadro, pintado, con poesia, cariños para ti.-
Gracias
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