Necesito de tu presencia, y de tu alegre locura enamorada.
Necesito de ti, de tu clemencia, de la furia de tu mirada,
y de esa llama por la cual impones amor y penitencia...
Necesito tus riendas de cordura, por ello, a pesar de ser
consciente de tu orgullo, no deseo abandonar mi puesto
de amante...
No sabes cuanto y cuanto, necesito la miel de tu ternura,
tu voz, y esos sentimientos que no tienen fin aparente...
Comentarios2
Mi querido Emiliodon, eres esclavo del amor, este se termina convirtiendo en adictivo. pero que seria de nosotros, sin amor ??, sin quien nos complemente ??, bellamente relatado, cariños para ti.-
Gracias Ana María. Es cierto necesitamos ese complemento para sentirnos realizados en cierto modo. Estar sin el, es como estar ausente en medio del parque de la vida.
Un saludo
Gracias por dejarnos conocer sus hermosas letras maestro....
Saludos
Rav
Gracias Ravniko por pasear por mis letras
Un saludo
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