Sé bien que hay una frontera,
un cristal de bordes redondeados,
una raya,
un lugar donde Eros está proscrito,
una isleta junto al semáforo
donde Michel nos persigue,
a ti te vende pañuelos,
a mí palomas de alas rojizas.
Tierra inhóspita que ahora cabalgo.
Quiero que mi verbo esté
en la servilleta volátil,
en la hoja rosa del parte
o en el filo de tu almohada.
Es una franja
tan estrecha
tan ancha
como beber cerveza sin o con.
Verdes naranjas que tornarán
su piel en atardeceres de verano,
que ofrecerán almíbar a los dioses,
inspiración al poeta,
cuando estemos junto al puesto
veremos sólo naranjas, tal vez su precio.
Aquí ante blanco papel emborronado
me siento acero
con empuñadura de plata
y te sueño perfume de jazmín
que llama a mi ventana.
- Autor: J.R. Infante (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de septiembre de 2017 a las 08:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
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