Te quedaste dormido a la sombra de un árbol
Absorto en tu tedio y mecido por la pena
Con un hueco de abrazo extinto
Y raíces como uñas cavando ausencias
Sonó la caída como el mármol, al cerrar la tumba
Un punto. Sin concesiones. Y después silencio.
Aquel día gris sin lágrimas ni solemnidad
Vaciaste una pala y la tierra te respondió hueca
Fue este el desenlace de una maraña de hilos
Pero quedamos nosotros como homenaje
No es en vano una existencia que acaba desapareciendo
Vive en los quehaceres de los que aún existimos
Como tú o yo cuando nos vayamos algún día
Seguiremos brillando el uno para el otro
Como estas estrellas extintas que ahora nos están mirando
- Autor: cassiopea79 ( Offline)
- Publicado: 26 de septiembre de 2017 a las 18:34
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Elena Nikkinen, Soponcio
Comentarios2
El poema refleja una felicidad tan amarga al dar tal homenaje y despedirse de alguien tan amado, pero ha conmovido mi pequeño corazón.
Gracias por leerlo Helena y por el comentario !
Cassiopea, analizaste esta muerte, con los ojos de un cirujano, friamente, solo para detenerte a considerar, que ustedes quedaron como consecuencia de esa otra vida, singular homenaje.- te sientes asi ???, saludos para ti.-
Hola Ana María , gracias por leer.
Sólo quería expresar que aunque a veces la vida parece carecer de sentido y está enmarcada en un universo mecanicista y brutal , reivindico el sentido en nuestra pequeña dimensión humana y en la huella cultural familiar. Saludos!
Has reflejado, exactamente , esas dos actitudes, diria tres, universo mecanicista, dimension humana, y huella cultural, ahora lo puedo interpretar mejor, muchas gracias, cariños para ti.-
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