Nunca

Rebeca Espinosa

Nunca podré pagar el amor que me entregas. Ese amor cambió mi vida.

Nunca te podré olvidar, eres mi arco iris del amor.

Nunca te abandonaré, aunque no nos veamos, cuentas conmigo siempre.

Nunca hallaré un amor como el tuyo, ni tampoco lo buscaré, pues te instalaste en mi alma y yo en la tuya.

Nunca pienses que yo te voy a dejar, porque eres el único que tiene las llaves de mi corazón.

  • Autor: Rebeca Espinosa (Offline Offline)
  • Publicado: 29 de septiembre de 2017 a las 14:43
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 44
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  • C. Eduardo Barrios (Ex-Toki)

    El recuerdo nubla el presente
    Desconocimiento del amante
    Penélope,
    con su bolso de piel marrón
    y sus zapatos de tacón
    y su vestido de domingo.
    Penélope
    se sienta en un banco en el andén
    y espera que llegue el primer tren
    meneando el abanico.

    Dicen en el pueblo
    que un caminante paró
    su reloj
    una tarde de primavera.
    «Adiós amor mío
    no me llores, volveré
    antes que
    de los sauces caigan las hojas.
    Piensa en mí
    volveré a por ti...»

    Pobre infeliz
    se paró tu reloj infantil
    una tarde plomiza de abril
    cuando se fue tu amante.
    Se marchitó
    en tu huerto hasta la última flor.
    No hay un sauce en la calle Mayor
    para Penélope.

    Penélope,
    tristes a fuerza de esperar,
    sus ojos, parecen brillar
    si un tren silba a lo lejos.
    Penélope
    uno tras otro los ve pasar,
    mira sus caras, les oye hablar,
    para ella son muñecos.

    Dicen en el pueblo
    que el caminante volvió.
    La encontró
    en su banco de pino verde.
    La llamó: «Penélope
    mi amante fiel, mi paz,
    deja ya
    de tejer sueños en tu mente,
    mírame,
    soy tu amor, regresé».

    Le sonrió
    con los ojos llenitos de ayer,
    no era así su cara ni su piel.
    «Tú no eres quien yo espero».
    Y se quedó
    con el bolso de piel marrón
    y sus zapatitos de tacón
    sentada en la estación.

  • JAVIER SOLIS

    Nunca no es nunca
    Algún día todo cambia
    y el nunca se convierte en siempre
    Bellos versos mi dulce poeta me han encantado, Gracias por compartirlo.
    Con afecto y aprecio
    JAVIER SOLÍS



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