No hay razones para curvar los versos
debo tomarlos porque no ceden,
le ajustan al desmedido,
al poeta verdadero.
Arrogarse la primera estocada
contra el papel vacio.
Decir:
La arena espesa como el cielo
y el mar difunto de tanto azul arado.
O decir:
El amor es un huracán contra las costas del alma
y después de azotar los cuerpos
vuelve indiferente la calma.
Esta brasa que se me extingue
sin haber sido hoguera,
estos besos que se han secado
colgados contra el hastío,
en los broches de sus manos
en los labios divididos.
- Autor: Alejandro fozar (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de septiembre de 2017 a las 16:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: Damian cuellar
Comentarios2
"El amor es un huracán contra las costas del alma
y después de azotar los cuerpos
vuelve indiferente la calma"
Amigo que grandes versos.
Es un grato privilegio poder leerte.
Gracias Damian
Que buen gesto
muy buen poema!!!
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