El grandioso imperio de los incas la poseía,
nuestra debilidad y ocio las perdió;
nuestra integridad la cercenó,
un país vecino de harta rapacidad.
Recuperemos Arica y Tarapacá:
¿Será con el vómito de las armas?
¿Con el poema del gran Pachacutec?
¿será invadiendo nuestro mar sus mezquindades?
Recuperemos Arica y Tarapacá:
nuestro dolor lo miren en su espejo,
de sus niños y mujeres
no quiere el pelícano lloren su pérdida.
La ironía histórica de sus ojos enrojecidos,
nuestra cobardía observa alzándose a las nubes;
el deber patriótico
atender llama a nuestro olvido.
Desmemoriarse de nuestra historia
es como cerrar nuestros ojos
al tiritar de las estrellas:
el error ufano volver a repetir.
Amada Arica y Tarapacá,
dejarte de lado en la ausencia,
es olvidar que nuestra madre
un día victorioso nos parió.
Arica y Tarapacá, pedazo de patria bendita,
tu respiro es mero peruanidad,
tus sangres en arenales y valles
aun fresca está,
nuestro socorro esperan,
con la urgencia de los claros del alba.
El gran Morro,
de nuestro Alfonso Ugarte dignificar;
ejemplo de Túpac Amaru seguiremos
reivindicando el clamor nacional.
Arica y Tarapacá a nuestra patria volverán,
Antofagasta, de Bolivia su seno hallará;
curar heridas de pueblos hermanos,
es recuperar el bien mal apropiado.
- Autor: Gamarrita Ng (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de septiembre de 2017 a las 18:31
- Comentario del autor sobre el poema: En eventos deportivos y otras actividades se refleja con claridad la herida profunda entre países hermanos aludidos en este poema, que continuará seguramente en centurias interminables; nuestro objetivo es contribuir a buscar medios de superar estos enconos.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 112
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.