Vigilante de Janitzio

Gonzalo Ramos Aranda

“El prócer Morelos murió sin recelos.”

Magnífico monumento
te digo mi sentimiento,
cuarenta metros de altura,
de Morelos tu estatura.

Escultura colosal,
coloso sensacional,
toneladas de grandeza
nos dan fe de la entereza.

Estatua que imagen guarda,
que al mestizaje resguarda,
de sobrio estilo art decó
que el sol cautín resecó.

A los mil quinientos bloques
el clima ha dado estoques,
bizarra cantera rosa
ha triunfado glamorosa.

Digna cuadrícula blanca
grata de conciencia franca;
pulcra efigie nos asombra,
el árbol no te hace sombra.

Que estructura original,
las venas son de metal,
fibras de hormigón, de alambre,
tejidas como el estambre.

Desde Pátzcuaro te veo
y, presto, acercarme deseo,
el lago rinde homenaje
con lo bello del oleaje.

Tu aposento hermosa Isla,
por ella siempre legisla
Morelos noble patricio,
vigilante de Janitzio.

Tienes la mirada altiva,
virtual vista fugitiva,
que apunta rumbo al oriente 
hacia horizonte naciente.

Saludas devoto al cielo,
largo como rascacielos
fuerte, recio, cual granito,
alto puño al infinito.

Su hueco es un mirador
que nos acerca al Señor,
se domina así la cuenca
y al ave que ahí se acerca. 

En cabeza, el paliacate
del villano es acicate,
la túnica que te cubre
es la coraza del pobre.

La justicia a ti te honra
por eso es que se te nombra
fiel Siervo de la Nación,
te brindo mi corazón.

Fue recta tu trayectoria,
espada de la victoria
que empuñas con mano izquierda,
que este país no se pierda.

No desenvaines el arma,
que brille al filo del alma
con valor y patriotismo
la gloria de tu heroísmo.

Siempre has sido rey de reyes,
en el regazo las leyes
también un sacro rosario,
Dios te hizo el escapulario.

Tu figura acampanada     
me recuerda una alborada,
sonidos de libertad
de un pueblo mayor de edad.

La base piramidal
nos transporta a algo ancestral,
esa hermandad de los hombres
dignos, como tú, . . . enormes.

¿Recuerdas Valladolid?
fue tu cuna de adalid,
haber nacido en Morelia
diciendo no a la miseria.

Michoacán ¿la paz extrañas?,
¡ay, “Niño” de las entrañas
dispara balas de salva!,
que aparezca pronto el alba.

Escaleras de espiral,
venciste, así, al cruel rival
con arrestos de insurgente,
me postro ante ti . . . doliente.

Murales en intestino
proyectan triunfal destino,
no repitamos la guerra
sembremos con bien la tierra.

Libro abierto, Carta Magna
¡mi México se desangra!,
Cura Morelos bendito
venid que te necesito.

A esta Plaza, fino atrio,
¡ondea lábaro patrio!
hacen falta tus principios
olvidemos los prejuicios.

Hagámoslo con gran valor,
retomemos sin temor
“Sentimientos de la Nación”,
mas, con mucha devoción.

Si la impunidad escala,
si la maldad no se acaba,
si la violencia no ceja,
poner fin al vil Calleja.

Por la espalda, ventanales,
tú sí entraste a los anales
de la historia universal,
columna, espina dorsal.

Cañones de artillería
muy prestos con gallardía,
llamados León y Leona,
hacen guardia en tu casona.

Comprendan propios y extraños,
suplico no causen daños
fuera y dentro del recinto
¡respeto al caudillo extinto!

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda                                        
Isla de Janitzio, Pátzcuaro, Michoacán, 18 de abril del 2011
Reg. SEP Indautor No. 03-2011-041513462700-01
(Versión corregida . . .)

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