Adela se esforzaba en querer a su marido.
Recorría las mańanas solitarias de pasillo,
y las tardes repasando los deberes de los nińos.
Un café al levantarse, sin mirar a la ventana,
que la calle está repleta de personas que se aman.
Ya ha empezado la faena.
Tantas cosas por hacer, y ella sola en su tristeza.
Ha barrido sus lamentos entre el polvo de las piedras,
mientras ahoga el desamor en el pollo y las lentejas.
Han llegado del colegio sus tres soles,
la lumbre de su vida,
los vientos de sus noches.
Y la sonrisa embriaga su casa cuando el pequeńo la acaricia, y le dice que la ama.
Y así pasa la vida, entre mopas y fogones,
entre risas y lamentos, y tertulias sin colores.
Y al llegar la luna nueva, desde el lecho de su alcoba,
le pregunta si en abril será princesa, o la bruja de la escoba.
Y la luna le contesta enfurecida: "No hay abril sin primavera, ni princesas sin corona.
El mar no tiene dueńo, y el amor nunca se implora"
Adela se ha dormido sobre un cazo y una pala.
Y ha sońado que escapaba de su celda entre flores y campanas.
A lo lejos de su mente, una luz como almohada,
que se apaga en el presente por sus miedos del mańana.
- Autor: MddM ( Offline)
- Publicado: 1 de octubre de 2017 a las 14:16
- Categoría: Triste
- Lecturas: 30
Comentarios2
Bonita poesía
Gracias Luis
Es muy bueno y muy cierto. Muchísima gente está así.
Un saludo poeta, me ha gustado mucho.
Gracias Acuarela
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