Puedo escribir el poemas más hermoso del mundo,
que me haga creer en el amor,
que haga parecer que todo dura menos de un segundo.
Ya no intento comprendo el dolor,
para confiar en mi un minuto.
¡Por esos sabores del mar que me dejan mudo!
Unos nudos en la garganta que saben a vinagre y rosas,
y el alma tirado en una cuneta, cantando.
Esperándome, el de atrás, con el puñal en mano.
Otras burlas rojas acercándose a mi pecho,
saben bien a qué han venido...
A hundir más este corazón ya hundido.
- Autor: HBO ( Offline)
- Publicado: 2 de octubre de 2017 a las 14:34
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 18
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