Receso.
No obstante a eso,
Manos unidas.
Practican ahora,
La danza ocular.
Miradas de complicidad,
Brillan como ojos de
Lechuza,
En la espesa,
Y negruna noche.
No hablan pero escuchan.
Sus latidos comienzan
La sincronización.
-Diríjanse a donde
Haya habido,
Una muerte occisa,
Y pasen allí
Reflexionando
Hasta el amanecer.
Para volver a la casona.
Ya crujen sus peldaños,
Ya tiemblan sus ladrillos,
Ya grita por su regreso,
Ya esconde los rastros,
Ya ansia sus restos,
Sepulcrales
Y semi descubiertos.
Calabozo subterráneo,
En su jardín.
Cercano al molino.
Para demostrar;
Su servicio,
Su apoyo,
Su obediencia,
Y su pertenencia.
Alimentándose
Energéticamente,
De todas ellas.
Para reanimarse,
Vilmente
Resucitarse.
Inhumando,
Sacrificándolas,
A ellas,
Magistrales doncellas.
Nada que acompleje,
Hay que acostumbrarse.
La dueña y sus reglas.
Domina y vampiriza,
A toda pasajera,
En trance.
¡Ven y forma parte!
JULIETA IALLORENZI
PATENTADO EN SADAIC Y DNDA
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
- Autor: JULIETA IALLORENZI (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de octubre de 2017 a las 01:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 93
- Usuarios favoritos de este poema: Julieta Iallorenzi, María C., Fabián Reyes, LeAnDro silencio es salud en soledad
Comentarios2
Hola gracias por tu petición no tenia el gusto de conocerte linda poetisa.
El primero que te leo, te aseguro no será el último, este burdel espectral ha sido fenomenal.
Un saludo
Alma fuerte
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