Fuistes un dia la flor más ansiada y perfumada de un jardin codiciado. Fuistes cuan mágica musa que inspiró en mi el más ardiente verbo, para expresar adoración sin medida.
Fuistes cuan tierno capullo que con su exquisito néctar divino colmó de embelezo perpetuo mi alma para hacerla esclava de ti, y de los encantos que adornan la fuente de donde brota el elixir de tu frenesi.
Fuistes pureza angelical que en momentos hizo contener mis impulsos, deseos y ansias de perderme en el laberinto de tus pasiones.
Cuidastes para mi ese capullito de floresitas silvestres que dieron a mi vida el aroma de tu amor tan secretamente guardado.
Tu alma era tan pura, tan impregnada de ternura.
Conocias del amor pero no de las espinas que lo hieren.
Conocias de entregas pero no de la llama ardiente que nos quema por dentro y nos conmueve intensamente.
Gracias amor mio por aquel momento tan inolvidable y tierno.
Gracias por darme de beber de la miel de tu alma para darme esta divina calma.
Hoy te amo más que ayer por tu entrega, por darme del agua que por siempre saciará la sed que un dia tuve de amarte.
En honor a tan inolvidables memorias, te voy a ser fiel hasta el último de mis respiros.
- Autor: Efrain (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de octubre de 2017 a las 12:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Verso&prosa
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