Se hundían mis labios
en el agua serena,
tan fresca y tan pura…
Ella era la fuente,
ungiendo mi pena;
saciando mi amor
de miel y colmena.
Sus besos en flor,
labios de niña
de néctar y albor…
Cincel de pasión,
de esos amores
que nunca se olvidan;
que jamás se cuentan
por solo el temor
de perderlo mañana.
Jorge Aimar Francese Hardaick - Argentina
Derechos de Autor©
- Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de octubre de 2017 a las 09:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: Ross4
Comentarios1
Es un placer encontrar tan sentidas y dulces palabras! felicidades y gracias por compartirlas
Gracias por tu cálido comentario dejando tus huellitas en mis humildes letras apreciada poeta "Mundoirreal". Recibe un cordial saludo.
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